27 febrero 2007

ESTOY RODEADA DE ANORMALES

Estoy asustada. Si, tal y como lo sigo asustaíta estoy.
El otro día veía Camera Café pensando lo fácil que sería identificar esos personajes en cualquier oficina, de hecho ahí está el éxito de la serie. Pero bueno, yo no soy especialista en TV así que no voy a seguir por ahí. A lo que iba es qué pensé cual sería yo y sabéis a que conclusión llegué?


Es muy triste pero lo contaré. Primero diré que aunque me encantaría serlo no soy Cañizares, se puede ser tan friki, tan entrañable y conseguir llevar siempre ropa tan genial (si vale yo tambien soy rara) a la vez?. No soy tampoco , muy a mi pesar, Nacha, nunca se me ha dado bien ser tan neurótica. Soy una mezcla entre Frida, la alemana y Victoria, la borde morena.

Por desgracía el tipo físico es más el de frida no porque lleve el pelo corto y más o menos rubio como yo, sino porque ni mido 1,80 ni soy tan divina como la otra, ni por supuesto me quedan los trajes de chaqueta como a ella, no yo soy más de falda como Frida.
En fin que tengo la manía de que todo sea como debe de ser sin dar más posibilidades que la que tengo fija en mi cabeza y pragmática hasta el punto de aburrir a veces a mis compis. Ese es mi parecido con Frida.

Con la morena, cual? Pues hay dos: No paro de repetir las mismas frases: “Pero es que en esta oficina la única normal soy yo?” y algo parecido a “es que estoy rodeada de idiotas” No lo digo por mis compis más directos que son fantásticos ni por mis jefas que son unos soles (bueno, son un poco arpías pero con la gente que no es del equipo, así que a mi plin). Sino el resto de la gente, los tíos que se gastan 2 kilos de gomina por día, los jefes que no son capaces de ver más allá de su mercedes, de los meganúmeros de facturación, y de la nueva carretera que van hacer no se dónde y va a pasar por mitad de los campos donde se cría (se dice así?) el Vega Sicilia y que va a hacer que pierda calidad el “caldo”. Os juró que hace dos semanas estuve en una reunión en la que se estuvieron 10 minutos hablando sobre esta estupidez (veis? Ya estoy otra vez como la de Camera Café).
Pero sobre todo lo que menos soporto son las niñatas que acaban de entran hace un mes, tienen 24 años(las que no 23) y son todas clones (de hecho yo las llamo Barbie oficinista). Ellas en sí me dan igual, normalmente no me relaciono con ellas por lo que no tengo que oir sus estúpidas conversaciones, pero lo que no entiendo es como niñas que todavía no han cobrado 2 meses de sueldo van todo el día con bolsos de Carolina Herrera, Gucci, LV,... Bolsos que valen más de mil euros y que pa colmo son todos iguales, iguales de forma, iguales de color y todos con las iniciales

El otro día subimos en el ascensor 2 Carolinas Herreras, 1 Gucci y 1 Women Secret con una de las asas grapadas. Alguien adivina cual era yo? Por supuesto!! La más vieja y la que más sueldos ha ganado ya en su vida. En fin, creo que a partir de ahora cambiaré mi repertorio oral y en vez de decir que estoy rodeada de anormales diré que estoy rodeada de Barbies oficinistas (con sus kenes riéndoles las ¿gracias?) con bolsos de iniciales.
Pero sobre todo si, por cosas del destino y sobre todo por aquello de que todo se pega menos la hermosura, digo algo del tipo “este caldo no tiene el aroma a barrica adecuado” con un bolso de inciales colgando del brazo darme un par de guantazos.

¡¡¡POR MI PROPIO BIEN!!!


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