31 marzo 2009

AUTO-ALUCINO.

Ocho y media de la mañana, semáforo rojo para los peatones. Día lluvioso y mucho sueño.
Para ser martes no hay muchos viandantes. Para estar lloviendo no hay muchos coches.
Sigo en mi estado soporífero mientras cambia el disco de rojo a verde y ...
Oh my god! me despego las legañas, parpadeo varias veces y mis ojos no dan crédito a lo que están viendo.
Un Autobús urbano nuevo!
Quizá lo hayan traído de otra ciudad, quizá lo haya abandonado alguna civilización más avanzada, quizá sea robado...Puede que no sea nuevo a estrenar, pero el aspecto es inmejorable. Cristales transparentes -tanto que se ve a los pasajeros afortunados que viajan en él-, un ronroneo del motor que no recuerda a un ataque aéreo, un colorido precioso en tonos azules, unos neumáticos que parecen acariciar el asfalto...

Y esto desde cuando está circulando por nuestra ciudad?
Por qué nadie me informa de nada!


27 marzo 2009

El parte.

Para la jornada de hoy viernes, se esperan cielos sin apenas nubes, donde el sol será el protagonista en todo el Sistema Ibérico, con temperaturas comprendidas entre los 7 grados de mínima y los 21 grados de máxima.
Se respira un ambiente alérgico-festivo, por lo que se recomienda llamar antes que después a los amigos, con vistas a quedar esta noche, y lanzarse a las calles armados de Kleenex.
El fin de semana es nuestro. Nos vemos en los bares.
Que ustedes lo pasen bien!


25 marzo 2009

...a mí es que, este chico, me encanta!

Ha vuelto el frío, todavía es miércoles y hasta la semana que viene no cobramos, así que: Relájense y disfruten.


19 marzo 2009

Yo también quiero!

Tras darme una vuelta por los blogs más populares de la blogosfera, y comprobar que la gente aprovecha este medio para quejarse, he decidido que no voy a ser menos.
Y me voy a quejar de un montón de cosas, así que sentaros, porque llevo aguantándome mucho tiempo y se me ha soltado la lengua.
Estoy harta de ser buena, de portarme bien conmigo misma, de cuidarme, de hacerle caso a mi gurú, ... y más cosas, sin obtener ningún resultado.
Si continuáis ahí lo entenderéis.
Llevo desde diciembre comiendo por colores. Que esto, para empezar suena raro de narices. Desayuno amarillo -pan, cereales y zumo de pomelo, es lo que se me permite-, Como rojo -lo que quiera, pero debo incluir carne o pescado- y Ceno verde -lo que viene siendo, verdura reogada con aceite de oliva, y no mucho-. Se supone que así duermo mejor y descanso más, para evitar las contracturas musculares. (Cómo creéis que se puede descansar teniéndo hambre?)
Me levanto un cuarto de hora antes porque es lo que me cuesta ahora desayunar, ya que tengo un hambre voraz.
Bebo a lo largo del día una especie de agua sucia omeopática, que me ha recetado. Y por supuesto, el alcohol prohíbido -y no lo pruebo, eh! de Domingo a Jueves soy toda una abstemia).
No me dejan enfadarme, ni alterarme por prescripción facultativa para evitar lesiones mayores. (Por Dios Bendito, trabajo cobrando a la gente, ¿cómo se supone que voy a evitar la confrontación con mis administrados? Eso por no hablar de mis compañeros... que me caliento!)
Y ¿sabéis lo mejor? Estoy rígida (no confundir con frígida) como una tabla de planchar.
Así que a partir de mañana voy a ser yo.
Me voy a levantar tarde y echaré a correr atacada por toda la casa para no llegar tarde al curro, y pienso desayunar un café sólo -y no pienso acompañarlo de nada que tenga otro color que no sea el negro, que es el que a mí siempre me ha gustado-.
Al primer sujeto (pasivo) que aparezca como moroso en el mostrador le voy a decir eso que tanta ganas tengo de decir y nunca digo -paga cabronazo en voluntaria como todo hijo de vecino y no te quejes del recargo! (Ya me he cabreado, hombre)-. Cuando llegue a casa me haré comer patatas y huevos fritos que pienso comerme con media barra de pan. Me iré de cañas toda la tarde y pienso cebarme para cenar con cualquier cosa que no sea verde.
Qué puede empeorar? Si me muevo me duele y si me estoy quieta también.
Chicos! Está decidido. Lo voy a hacer. Voy a empezar a vivir a tumba abierta. Por que estos meses de abstinencia no han servido de nada.
Y por la noche...uhmm...por la noche, me meteré a la cama porque seguramente me dolerán hasta las pestañas. Oseasé, igual que hoy. Sólo que tendré dos días para recomponerme antes de volver al curro.
p.d. Si no sobrevivo escribir en mi epitafio: Murió pero vivió.


17 marzo 2009

Buen viaje, buena estancia

El sabado pasado recogí a kaktus en atocha y nos fuimos juntas a barajas a tomarnos la ultima cañita hasta que nos veamos hasta agosto. Le puse al dia de las tiendas de la T4: Zara, Mango, un Rodilla y decidió que a la una en punto me estaba largando para darle tiempo suficiente para hacer shopping in the airport.

Así que a las 12, que ya tocaba, nos tomamos un botellin de cerveza que hizo que me acordara de la fiesta de la primavera en la uni (yo es que soy poco de beber con sol) y nos dirigimos para el control de policia.

Camino del control había una señora de alguna compañía de telefonía imagino que para contarte las bondades de alguna tarfia roaming o algo así. Total que allí vamos nosotras y este fue el diálogo:

Señora telefonia: Hola buenos días
Kaktus y burbu: Buenos días
Señora telefonia: ¿Puedo preguntarles a qué pais se dirigen?
Kaktus: Si, a Etiopia
Señora telefonia: Ah; pues buen viaje, buena estancia.


13 marzo 2009

Aprovecho para dedicar esta foto, a todos vosotros y sobretodo, a mis compañeras de blog

¿Lo habéis entendido?
Cuando queráis podéis colgar algo.
Qué sé yo! lo que queráis.


10 marzo 2009

LA PUBLICIDAD ES ASÍ DE REALISTA.

Por favor... y yo que pensaba que tenía poca memoria.


¿Qué eslogan debería acompañar a esta imagen? Podéis aportar cuantas se os ocurran. A mí de entrada me vienen éstas:
-Para que nunca dudes en cuestión de sexo.
-Pégasela en cuanto puedas.
-En un momento así descansa la mente y olvídate de todo.
-El post-it se fijará en cualquiera de tus posesiones y te salvará de muchas confusiones.
P.d : Que habrá sido de las socorridas expresiones como "Cariño" o "Encanto".


06 marzo 2009

Uno de médicos

No lo puedo explicar bien, pero a mí, no me gusta ir al médico.
Pues bien, ayer tarde tenía visita con ese amable doctor al que llaman de cabecera. Mi salud? Bien gracias, por qué lo preguntas? hoy en día, sólo pides cita previa, por si dentro de dos semanas te duele algo. Esa es la frecuencia, con la que espera la seguridad social que planifiques tus enfermedades.
Total que, yo estaba bien pero tenía que consultarle unas cosas y pa allá que me fuí, a la consulta.
Cuando llegué, observé entre otras cosas, el estado tan lamentable en el que se encuentra el Santo Grial. Sucio, sucio, sucio, por no hablar de que se cae a cachos. Pero el primer mundo es lo que tiene. No todo es nuevo y de primera. Se hace lo que se puede.
Total que, cuando llegué a la salita de espera parecía aquello la cola de inmigración. Pero yo a pesar de ser despistada, estaba convencida de que allí no expedían permisos de residencia sino recetas médicas. Por lo que me senté a esperar. Esperar es un verbo que inventaron los médicos para que la enfermedad la cures antes de que vayas a verles. Así ellos no se contagian con las enfermedades de toda la población a la que ven.
Aún os digo más. El doctor, era doctora y llevaba un retraso de media hora. Esta amable señora resultó que era cubana, un encanto oiga, una amabilidad típica del clima caribeño, al igual que la tranquilidad, claro está.
La moza que, debía de estar algo agobiada por su retraso (que no hombre, que no estaba embarazada!) me pregunta nada más verme si había mucha gente fuera. (Entenderme, qué le iba a decir yo, que tenía a siete personas y dos de pie con la cara más cabreada que un mono? Entonces me receta unas juanolas y me manda a paseo en dos minutos.)
Yo le dije, para su tranquilidad, que no había mucha gente, la normal para una tarde de nieve, supongo.
Así que le pasé los informes médicos para que supiera exactamente qué pruebas me habían realizado con el correspondiente adjunto con los resultados.
He aquí el alucine, cuando la doctora me dice que si puedo dictarle el resultado, porque como es de fuera pues le cuesta teclear en el ordenador. Flipa, colega. Ay la pobre.! A dos dedos escribiendo todos aquellos palabros técnicos, que hasta dudo de si ella entendía algo. A mí desde luego alguna palabra se me atascó. Y el que esté libre de atascos con el lenguaje médico que se matricule en la facultad ya mismo.
Ahí estaba yo, dictándole, al ritmo que lo haría una profesora de primaria a sus pupilos, a aquella tipa que gana dos, qué digo dos, tres o cuatro veces más que yo. Qué se le va hacer. He intentado ser paciente y sobretodo, y esto me ha costado, no reirme.
Yo he de acabar trabajando de personal administrativo para sanidad. Esto es lo mío. Entre la faena que les doy últimamente, la cantidad de informes que he tenido que buscar, rogar y suplicar para que me los dieran, y hacer tareas de oficina para ellos, podría buscar un curro a media jornada por las tardes y aún me sobraría tiempo.
Yo creo que me cogerían, eh!


05 marzo 2009

Encuentros en la otra vida.

Tras años trabajando de cara al público, -sin haber sido aplaudida nunca por lo que hago y eso que no lo hago del todo mal-, tengo la cabeza llena de rostros y de gestos de personas -y de algún que otro animal-, que en algún momento me crucé con ellas en el trabajo, en el mercadona o en el cubitos. (Por qué si no, de que me iban a sonar todas esas caras. De las clases de submarinismo, fijo que no.)

Y a veces, me pasan situaciones curiosas como la siguiente.

El otro día llegó al mostrador de mi oficina, un chico al que hacía tiempo que no veía, (llámense las razones: tres meses de baja, quince días de vacaciones, etc...).
Aquél, se presentó, con una sonrisa maravillosa, empujando un carro lleno de material de oficina que nos suministra su empresa.
Me preguntó donde dejaba la carga que transportaba y le indiqué el lugar. Un albarán, una firma...y aquella sonrisa se iba agrandando por momentos.
Yo me dije: qué simpático este zagal. Currando con un carretillo un día lluvioso y tan feliz que está el tío.
Lo sospechoso es que me miraba y se reía. Me miraba el pelo y se reía más. Vamos, lo que viene siendo, escojonao de la risa.
Yo le sonreía por complicidad aunque veía excesivo ese entusiasmo. Casi le envidié, por parecerle tan divertido su trabajo
Hasta que, de repente, me doy cuenta de que no hacía tanto tiempo que no veía esa cara. Le había visto hacía poco, pero ¿donde? Lo cierto es que, se me representaba en la memoria, una situación diferente a la relación laboral, que hasta entonces habíamos tenido él y yo. La típica de : "Tú me dejas el material" / "yo te firmo el albarán (y lo que tú me digas, Bollicao!)".
Claro que nada más marcharse, me acordé. Y tanto que me sonaba! Como para no reírse el chaval!
Me encontró en el puesto serio, respetuoso y aburrido que desempeño, y debió acordarse de mi cara, rodeada de un montón de pelo azul, de mis medias rotas y del collar de perro.
Ahora la que se muere de la risa soy yo.
No puedo asegurar dónde me crucé con él, aquél sábado de carnaval, pero estar estaba.


02 marzo 2009

Qué alegría! Qué alboroto!

Estaba yo tranquilamente el sábado a las 7 de la tarde, descansando de la juerga del viernes noche, cuando derrepente, suena el timbre de la puerta. De la puerta de arriba. No del telefonillo del portal.
Algún osado, sin ninguna piedad por los resacosos, se atrevía a obligarme a levantarme del sofá, retirar la mantita y caminar hasta el pasillo.
Yo que no tenía ninguna intención de abrir la puerta para comprobar quién era, me acerqué hasta la mirilla, con sumo cuidado para no hacer ruído, y ...
-Dios mío maru qué castaña te pillaste ayer! -eso pensé al ver el espejismo del otro lado de la puerta.
Tres minutos y dos timbrazos después me lanzé a abrir la puerta y efectivamente: Tremenda la sorpresa que me llevé.
Era ella. No podía estar allí plantada delante de mí pero allí estaba y era ella, (no alguién que se le parecía por los efectos del sueño que se apoderaba de mí en aquel momento).
Besos, gritos y abrazos acompañaron el suceso. Mi cara un poema, claro.
Y yo que pensaba que no me gustaban las sorpresas!
Kactus de éstas quiero más y a ser posible más amenudo.