QUINCE AÑOS NO TIENE MI AMOR
-Están convirtiendo los asilos de este país en Sodoma y Gomorra- susurró con un dulce rumor tan desquiciado como turbio.
-¿Queeé?- Ulises parpadeó asombrado y luego examinó fijamente a la abuela.
-Sí, los dementes que dirigen estos sitios...- explicó la anciana mientras acariciaba al niño- tienen sexólogos que no paran de incitarnos a la promiscuidad.
Ulises la miró divertido.
-Como lo oyes hijo...- Suspiró y señaló hacia la puerta con precaución.- Claro que lo hacen porque les consta que nosotras no podemos quedarnos embarazadas, que si no... La cosa es que no paran de machacarnos con eso de tener una vida sexual sana, el amor libre y un montón de simplezas pasadas de moda. Les gusta pensar que nos tienen entretenidos con un poco de sexo, muchos ansiolíticos y otro poco de televisión. Pero yo creo que, a mi edad, una vida sexual sana no es una vida sexual agitada, sino una vida sexual sin sexo.Una vida en paz, quiero decir ¡Libre de infecciones urinarias, por favor!.
-Encontrar una pareja tampoco está tan mal, Araceli- se atrevió a proponer tímidamente Ulises.- Un poco de amor siempre signfica un poco de compañía.
-Y yo no digo que esté mal- admitió ella, frunciendo los ajados labios repasados con brillo de color rosáceo-, pero tienes que admitir que es realmente difícil encontrar un buen hombre a mi edad. Sobre todo porque la mayoría de los que me convienen están muertos.
-¿Y Anselmo?-
-¿Anselmo?, ¡Ja! Tiene diez años menos que yo, y es quince centímetros más bajito. Además ya lo has visto, ya has podido ver el pedazo de barriga que tiene. Lleva un letrero en la frente que dice "Moriré de un atracón".
-Pues parece interesado por tí-
-Sí, pero yo por él, no- negó la anciana con vigor. Ya lo has visto, ¿no? Se viste como un payaso loco y habla como Ronald Reagan. No me interesa lo más mínimo. ¿Sabes hijo?
-Bueno, bueno.
-Y encima padece de halitosis, cosa que no me sorprende nada teniendo en cuenta lo que come. Cambia de dentadura postiza cada año, pero no remedia el asunto. Yo me pregunto, ¿cómo le puede oler tan mal la boca a alguien hoy en día? ¿O será el culo...?
Telémaco se puso a estornudar con violencia de repente, los ojos le lagrimearon e hizo varios pucheros de miedo, pero sobre todo de desconcierto.
Nada más verlo, Araceli trató de ponerse de pie y Ulises le ayudó a completar con éxito la maniobra.
-Febreeze Fabric Refresher, de Procter & Gamble- dijo la abuelita, indignada.
-¿Cómo dices?
- Digo que vamos a salir de aquí. El niño está estornudando, y eso es el Febreeze.
-¿El qué?
-Un spray que usan para perfumar las cortinas y ropa de las camas.- Lo agarró del antebrazo y masculló en tono confidencial-: Ya sabes que a, a nuestra edad, a mucha gente no le basta con los pañales desechables. De modo que lo perfuman todo. Lo perfuman y lo perfuman con el dichoso Febreeze. El fabricante debe haber untado al director de este antro, porque sino, no se explica. Pero yo he leído en Internet que es un producto peligroso. Lleva no sé qué tipo de veneno. Los perros caen como moscas borrachas después de olerlo. Los hámsters la palman al momento. Y los gatos, para qué contar. Saquemos al niño de aquí, el pobre es demasiado bajito para sobrevivir a este campo de exterminio. Sólo tiene la estatura de un animal doméstico.
-¿Queeé?- Ulises parpadeó asombrado y luego examinó fijamente a la abuela.
-Sí, los dementes que dirigen estos sitios...- explicó la anciana mientras acariciaba al niño- tienen sexólogos que no paran de incitarnos a la promiscuidad.
Ulises la miró divertido.
-Como lo oyes hijo...- Suspiró y señaló hacia la puerta con precaución.- Claro que lo hacen porque les consta que nosotras no podemos quedarnos embarazadas, que si no... La cosa es que no paran de machacarnos con eso de tener una vida sexual sana, el amor libre y un montón de simplezas pasadas de moda. Les gusta pensar que nos tienen entretenidos con un poco de sexo, muchos ansiolíticos y otro poco de televisión. Pero yo creo que, a mi edad, una vida sexual sana no es una vida sexual agitada, sino una vida sexual sin sexo.Una vida en paz, quiero decir ¡Libre de infecciones urinarias, por favor!.
-Encontrar una pareja tampoco está tan mal, Araceli- se atrevió a proponer tímidamente Ulises.- Un poco de amor siempre signfica un poco de compañía.
-Y yo no digo que esté mal- admitió ella, frunciendo los ajados labios repasados con brillo de color rosáceo-, pero tienes que admitir que es realmente difícil encontrar un buen hombre a mi edad. Sobre todo porque la mayoría de los que me convienen están muertos.
-¿Y Anselmo?-
-¿Anselmo?, ¡Ja! Tiene diez años menos que yo, y es quince centímetros más bajito. Además ya lo has visto, ya has podido ver el pedazo de barriga que tiene. Lleva un letrero en la frente que dice "Moriré de un atracón".
-Pues parece interesado por tí-
-Sí, pero yo por él, no- negó la anciana con vigor. Ya lo has visto, ¿no? Se viste como un payaso loco y habla como Ronald Reagan. No me interesa lo más mínimo. ¿Sabes hijo?
-Bueno, bueno.
-Y encima padece de halitosis, cosa que no me sorprende nada teniendo en cuenta lo que come. Cambia de dentadura postiza cada año, pero no remedia el asunto. Yo me pregunto, ¿cómo le puede oler tan mal la boca a alguien hoy en día? ¿O será el culo...?
Telémaco se puso a estornudar con violencia de repente, los ojos le lagrimearon e hizo varios pucheros de miedo, pero sobre todo de desconcierto.
Nada más verlo, Araceli trató de ponerse de pie y Ulises le ayudó a completar con éxito la maniobra.
-Febreeze Fabric Refresher, de Procter & Gamble- dijo la abuelita, indignada.
-¿Cómo dices?
- Digo que vamos a salir de aquí. El niño está estornudando, y eso es el Febreeze.
-¿El qué?
-Un spray que usan para perfumar las cortinas y ropa de las camas.- Lo agarró del antebrazo y masculló en tono confidencial-: Ya sabes que a, a nuestra edad, a mucha gente no le basta con los pañales desechables. De modo que lo perfuman todo. Lo perfuman y lo perfuman con el dichoso Febreeze. El fabricante debe haber untado al director de este antro, porque sino, no se explica. Pero yo he leído en Internet que es un producto peligroso. Lleva no sé qué tipo de veneno. Los perros caen como moscas borrachas después de olerlo. Los hámsters la palman al momento. Y los gatos, para qué contar. Saquemos al niño de aquí, el pobre es demasiado bajito para sobrevivir a este campo de exterminio. Sólo tiene la estatura de un animal doméstico.
Ángela Vallvey
Los estados carenciales
Los estados carenciales
7 comentarios:
Odio a Angela Vallvey cuando habla en Cuatro por las mañanas. La odio.
Yo no la he oído, pero me mola. He descubierto el Febreeze. Salgo a comprarme un bote. Ya.
Burb: por un momento me pareció que te habías dado a la literatura. Qué pánico
kaktus> hay algún animal que quieras gasear y que te molesta? Un perro? Un gato? Un vecino insoportable?
Jo, anónimo, siento que la tengas que leer también por la tarde. Yo no la he oido tampoco pero este relato me gustó.
kaktus, nada más lejos de la realidad.Este post se debe a que me encantó la frase "Libre de infecciones urinairas, por favor". Sigo con mi superficialidad habitual.
burbu no literatura
burbu guapa
Y quieres dejar de pensar en comprar y consumir por dior!
oaby, lo de kaktus son las cosas exóticas o con nombres raros. O de colores o que nunca haya visto o que se pueda comprar con dinero...
Muy interesantes los nombres masculinos, Ulises, telemaco, no sera en realidad cierta odisea lo que busca en realidad nuestra querida araceli
por cierto yo tengo un bote de febreeze aun no le he usado, pero visto los efectos, creo que invitare a casa a ciertos enemigos para que "huelan" su aroma
El relato es genial. Yo también había pensado que era de tu cosecha!
Casi no veo la tele, pero me parece que me pondré Cuatro alguna mañana, por curiosidad.
Un beso!
ptixi, la exmujer de Ulises y madre de Telémaco se llama Penélope (arrghhh). Ah! Y la odisea de Araceli continúa a lo largo de las páginas. Un dramón.
Y ese bote me lo tiras ya, vaya a ser que tengamos un disgusto.
anay gracias por pensar que pudiera ser mío (La Vallvey igual no piensa lo mismo). Supongo que frases como la de las infecciones urinarias me van como anillo al dedo.
Creo que todos estamos deseando verla. otro beso
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