PIR 2009.
Uff! Menos mal que, ayer lunes ya pasó y hoy es hoy, porque fue un día más que duro.
Tras un fin de semana intenso, ya hemos recuperado la salud, abandonado la resaca y dejado atrás la musiquilla pegadiza, que nos acompañó durante tres días, y nos hizo bailar hasta sentados.
EL anuncio dío sus frutos y al final lo conseguí, con el único esfuerzo de una llamada de teléfono y la perseverancia de la buena amistad. Encontré unas almas caritativas y festivaleras que me acompañaron (más bien les acompañé) al PIR.
Quedan todavía algunas agujetas que me recuerdan que mereció la pena ir y bailarlo todo.
La buena organización hace del PIR un festival intenso y popular.
Intenso por el espíritu de los asistentes, que año tras año se saludan como viejos conocidos. Unos son más viejos, otros son más jóvenes y algunos, sólo son niños, que como Samuel, con sólo nueve años de edad, era la quinta vez que asistía en compañía de sus padres al PIR;
Es popular, ya que la totalidad de su programación es completamente gratuita, lo que hace que sea accesible a todo tipo de público.
Todos volvimos con los oídos llenos de esa musiquilla cantarina y pegadiza del salterio y de las gaitas. Con la boca saciada del sabor del queso y la sidra. Con la piel morena de las horas al sol. Con los pies alegres y contagiados del buen ritmo del paloteau.
Este año fue Aragüés del Puerto, el que nos prestó su plaza Mayor y sus calles para poder disfrutar, intensamente, de este festival tradicional de música pirenáica.
El año que viene volveremos, ya sea Hecho, Ansó, Jasa o Aragüés, el lugar de la celebración.
2 comentarios:
Si la avanzadilla ha quedado contenta... tendremos que ir haciendo un hueco, en nuestra agenda, pal año que viene.
dina, yo te llevo el próximo año, pero no se lo digas a nadie más! Lo mejor es estar los justos.
Publicar un comentario