FRE-CHOCOLÁ-TRES GUS
Que estamos que los regalamos oiga, que los regalamos!!!
lo dijo burbu a las 7:37 p. m. 16 que quieren charrar
lo dijo burbu a las 2:26 p. m. 10 que quieren charrar
lo dijo la maru a las 12:21 p. m. 15 que quieren charrar
lo dijo la maru a las 10:05 a. m. 7 que quieren charrar
Su vida estaba llena de actividades y nos dejaba participar. Por la mañana subíamos juntas a la panadería de su tía y repartíamos el pan por las casas de pueblo. Lo llevábamos en unas bolsas hechas de sacos de harina y gritábamos en los patios de las casas: El Pannnnnn! Algunas abuelillas nos daban alguna peseta de propina para golosinas. 5 moras de peseta y 3 Lacasitos. Aún lo recuerdo, los ChupaChups valían 3 pesetas y los Flas 15.
Por la tarde después del río y la merienda, a base de bocadillos de chorizo, iba a dar de comer a las dos vacas que tenia su familia y yo la acompañaba. Dar de comer a esas dos cabezas inmensas que se asomaban por encima de la puerta de madera del cobertizo, era y es, lo mas emocionante y arriesgado que hecho en mi vida. Bueno, eso e ir de despedida de soltera. Daba un miedo…
Luego su padre nos llenaba unas lecheras que cargábamos con mucho cuidado de no derramarlas. Con una jarra de litro volvíamos a recorrer el pueblo para servir leche a la gente que se la compraba. A veces, nos equivocábamos de casa y salía algún abuelo con la gallata a espantarnos, diciendo, no quiero leche andar a la calle.
Y las noches eran lo mejor. Todo el pueblo era para nosotros. El pueblo era tan pequeño que todos los críos y no tan críos, jugábamos al escondite sin establecer límites de territorio. Horas y horas escondidos y siendo perseguidos. Aunque luego me enteré que, mientras unos jugábamos al escondite, los más mayores se escondían para jugar a otras cosas.
Y así todos los veranos hasta casi la veintena de edad.
El verano pasado volví a ver a Marga. Hacia que no nos veíamos un matrimonio y dos niñas, de 2 y 5 años. (Suyas, claro está). Una barbaridad de tiempo. La miré, le pregunté si se podía jugar, nos reímos y me di cuenta de que todo seguía siendo como antes.
lo dijo la maru a las 12:15 p. m. 11 que quieren charrar
lo dijo kaktus a las 6:32 p. m. 11 que quieren charrar
lo dijo la maru a las 12:06 p. m. 1 que quieren charrar
Mucha información tardía no sirve de nada. Ruego a Dios que nadie se enfade pero es que...
Resulta que ahora son pecados Sociales, como si no tuvieramos poco con los Capitales de toda la vida, los siguientes:
- No realizarás manipulaciones genéticas. (Los experimentos en casa y con gaseosa; nada de jugar con los genes).
- No llevarás a cabo experimentos sobre seres humanos, incluidos embriones. (A lo cual me sorprende la siguiente noticia que he visto publicada y cita así: La Iglesia no permite a un niño celíaco comulgar con una hostia elaborada sin gluten. Ale que sí. Que le den al niño la hostia normal a ver qué le pasa. Esto no se considerará experimentación con seres humanos. A lo peor un niño no es considerado un ser humano para la iglesia.)
- No contaminarás el medio ambiente. (¿Habrán previsto un infierno estadounidense para esos pecadores?)
- No provocarás injusticia social. (Y justicia social tampoco. No vayamos a volver a la ley del talión.)
- No causarás pobreza. (Más probeza de la que tenemos no sería saludable; así que se acabó el donativo en el cepillo y a ahorrar).
- No te enriquecerás hasta límites obscenos a expensas del bien común. (Este pecado me gusta. Han metido en una misma frase enriquecerse, obsceno y bien común; están provocando ¿o no?
- No consumirás drogas. (Ejemm... ) (Y no las consumáis; puede haber otra gente que las necesiten.)
Jolín, como están los de la Santa Secta.
lo dijo la maru a las 2:19 p. m. 11 que quieren charrar
lo dijo burbu a las 5:25 p. m. 6 que quieren charrar
lo dijo la maru a las 12:26 p. m. 13 que quieren charrar
lo dijo kaktus a las 12:00 a. m. 6 que quieren charrar
lo dijo la maru a las 8:30 a. m. 8 que quieren charrar
Estoy atacada, desesperada, enfadada y hastiada.
Mi economía no se corresponde con los datos ofrecidos por el Gobierno. Mi vida no es el reflejo de la vida adulta que mi madre esperaba que tuviera. Me ha salido un sarpullido por ausencia de abrazos. Mi vida laboral no es todo lo estable que me gustaría. Mi baño podría estar más limpio todavía. Mi piso se ha quedado pequeño y no puedo ampliar el espacio que ocupan mis inquilinas por que necesito ese ingreso. Tengo una vida social que no puedo permitirme económicamente. Y necesito que alguien me haga el amor de los pies a la cabeza, ya. Qué coño pasa este año?
Necesito que alguien me diga que va a mejorar. A qué esperáis? Ya podéis poner empeño porque estoy apuntito del colapso.
Uf! Tenía que gritárselo a alguién. Gracias.
lo dijo la maru a las 12:07 p. m. 15 que quieren charrar
Ayer nació otro blog que, aunque puramente no podría llamarse blog osceno (no nombraran el cubitos una media de 4 veces al mes), sí que me gustaría incluir en este grupo porque seguro que salen del cubitos, pasan por Nueno y llegan más arriba.
Esta publicidad gratuita viene porque he decidido autoproclarme madrina del blog. Tacatá.
Por guapa, por lista y porque yo lo valgo. Aquí estoy escribiendo este post con mantilla y peineta.
Los colaboradores son Carburo y Duende, que ya habréis visto por aquí y no se muy bien de que hablarán pero la montaña tendrá un lugar especial. Es curioso que yo haga publicidad del deporte pero si ayer kaktus hablaba del Dectahlon yo no voy a ser menos.
Así que eso que os invito que los visiteis. Si es de vuestro gusto os quedais y sino pues al youtube que también tiene cosas interesantes:
lo dijo burbu a las 9:41 a. m. 3 que quieren charrar
Dado que llevo más de una hora acordándome de la familia directa de nuestros políticos más... nuestros (estoy esperando a que acabe El Debate) aprovecho para actualizar este blog que es también mío, aunque, si de mi dependiera, sería como una niña. No como la de Rajoy, sino como la que han encontrado abandonada en un contáiner en Huelva: que no es de nadie.
Vaya por delante que a mis hermanos y a mí nos educaron en el convencimiento de que jamás tendríamos que pasar de Alcañiz por abajo y de Benasque por arriba para tener nuestras necesidades primarias aseguradas. En la época en que nos criamos, de las necesidades secundarias ni se hablaba. Era una época de coderas y rodilleras de los colores más inesperados. Los inicios del patchwork.
En ocasiones excepcionales -rebajas y vuelta al cole- podíamos viajar fuera de la provincia, concretamente a Pau, en una peregrinación al Decathlon y al Carrefour, que en aquel entonces nos parecían el colmo del fashion francés. Y así pasábamos la frontera ocultando latas gigantes de leche en polvo y ollas exprés bajo nuestras sillas de “bebé a bordo”. Entonces te podían multar, no sólo por introducir droga en el país, sino también leche en polvo o ollas exprés. Cuando el señor gendarme preguntaba “¿algo para declagag?” todos teníamos que poner nuestra mejor cara y decir, al unísono, “¡no!”, así, con decisión, pero sonriendo como los niños buenos y guapos que nunca fuimos. La otra versión era que mi hermano el pequeño, que era el que tenía las orejas menos horrorosas del núcleo familiar, aprenció a decir "bonjour" y así focalizaba toda la atención del gendarme, que hacía la vista gorda ante la minipimer que iba a servir para triturar la papilla de aquel niño tan simpático que hasta políglota era.
Y volvíamos a Huesconsin con nuestras sartenes francesas y nuestras nuevas deportivas. Y cuando llegábamos al Fetra, mi padre reseñaba para la posteridad “ya estamos en Huesqueta”, acompañado de un suspiro. Y no volvíamos a salir de la provincia más que para ir al Corte Inglés en San Vicente.
Una vez sí hicimos un gran viaje al extranjero. A Sevilla. A la Expo. Y a los pueblos blancos gaditanos. Diferencias entre nosotros y los marroquíes que ya cruzaban el estrecho en manada para ver a sus familiares en verano: ninguna. Sudábamos igual, olíamos igual, llorábamos igual ante ese calor infernal (fuimos en Agosto, “que hay menos gente”). Pero, eso sí, nosotros nos culturizamos un montón.Lo que más nos gustó fueron los aires acondicionados de los pabellones, unas farolillas que pulverizaban agua ambiental en todo el recinto Expo y un concierto de Siniestro Total al que fuimos. Deseando estoy que se repita el sarao en Zaragoza.
Ya, con el tiempo, empezamos a viajar solos. Yo, concretamente, a Pamplona a la universidad. El último consejo de mi madre fue “hija, cuidado con los coches, que en Pamplona hay muchos”. También había muchos borrokas, pero de éstos mi madre se fiaba más. Entonces yo viajaba en autobús, con parada en Jaca. Y, como el viaje era largo (tres horas) en Jaca aparecía mi abuela y convencía al conductor para que la dejara entrar en el bus a darme un bocata de jamón, un plátano y un botellín de agua para la horita de viaje que me quedaba hasta Huesca. Creo que estaba convencida de que la malnutrición me esperaba al cruzar Morepós.
Porque esa es otra. En mi casa, cuando se viaja, se viaja con bocata. Da igual adónde vayas, tú vas con bocata. Que vas a Zaragoza, pues te haces un sandwich de nocilla. Que vas a Madrid, pues un bocata de jamón con pan con tomate. La tortilla se reserva para vuelos intercontinentales. He llegado a comerme bocadillos de tortilla francesa en Ammán, Jordania. Mi madre nunca se ha fiado de que realmente te den de comer en los aviones. Mi familia ha colado hasta petit suises en vuelos trasatlánticos. Orgullosa estoy.
Otro de los grandes consejos me lo dio mi madre en vísperas de uno de mis viajes África-Barcelona. Vía e-mail, me dijo lo siguiente (transcribo literalmente): “hija, ten cuidado en el viaje, que ya sabes que en el aeropuerto trabajan presos en reinserción. Besos. Mamá”.Lógicas objeciones:
1.Yo no tenía ni idea de que en el aeropuerto trabajaran presos en reinserción.
2.¿En qué aeropuerto? Yo pasaba por tres. ¿En El Aeropuerto, así, con mayúsculas? ¿del Cielo?
En cualquier caso, como hay veces que no te apetece discutir, yo le contesté que no se preocupara, que en que viera a alguno con marcas de grilletes empujando maletas, saldría corriendo.
Lo mejor es que a mi madre la seguridad aeroportuaria realmente se la suda. Ella está por encima de menudencias como los registros y las prohibiciones:
_ Mamá, no te cojas la hidratante, que no se pueden llevar líquidos
_ No es líquido, es hidratante.
Y me lo dice mirándome con cara de “todo el mundo sabe que los estados de la materia son sólido, líquido, gaseoso e hidratante. Todo el mundo, menos tú”.
Como ya imaginaréis, procuramos viajar lo menos posible. A mí, de hecho, no me gusta viajar. Me gusta irme a vivir a los sitios. Creo.
P.D: La temática costumbrista del post es un vano intento de imitar los buenos resultados de audiencia obtenidos por La Maru, porque soy bastante envidiosa. Y porque ella es una inspiración constante. Para todos.
lo dijo kaktus a las 1:05 p. m. 8 que quieren charrar
lo dijo la maru a las 11:55 a. m. 10 que quieren charrar
Picando puertas somos tres zumbadas, tres adolescentes con más tubos de cremas antiedad que antiacné en la repisa, que tratan de mantener su juventud gracias a los fines de semana, separadas por la distancia pero unidas por un sueño común llamado Alkoholemia Positiva