31 enero 2010

Generación Ni(me interesa) Ni(me importa).

Calentica estoy con el tema. Yo que pasé por la Universidad y ni tenía vocación ni ganas de estudiar; yo que en mi época de estudiante no tenía ni dinero ni tiempo para golfear, porque tenía un trabajillo con el que pagaba los estudios; yo que ni tenía pa tabaco ni mucho menos para estupefacientes varios… no pertenezco a la generación Ni-Ni. Son los otros. Los que tienen de todo, (alojamiento, ropa limpia, móvil gratis y dinerico, para salir por ahí de juerga cualquier día de la semana), los llamados Generación Ni-Ni. Y no contentos, les hacen un programa de TV, para que tengan algo que hacer, los criajos esos que, ni estudian ni trabajan.
Y digo yo…porqué en lugar de recluirlos en una casa, que tiene hasta el último detalle -por no hablar de la nevera llena todos los días-, no los mandan mejor a quitar escombros a Haití. O una temporadita a Zimbaue. Así de paso, podrían comprobar en primera línea que hay gente que, como ellos, ni estudia ni trabaja, pero que tampoco comen. Ni comen, ni tienen dinero para ropa, discotecas o juergas.
Una inyección de empatía les recetaba yo. Eso, a los niños malcriados. Y, a sus padres malcriadores, les recomendaría un poco de mano dura.

Un buen aislamiento sin dinero y sin comida durante un mes, y ya veríamos si no se ponían a currar o a estudiar. Estudiar con resultados, eh! Que luego está el tema del fracaso y el absentismo estudiantil.
Basta de excusar a la generación Ni-Ni, alegando que no hay trabajo para todos, o que el que hay no se remunera como es debido, o que sólo un 40% de los universitarios terminan trabajando de lo suyo.
Lo que menos necesitan, esta panda de vagos, es nuestra comprensión. Están desilusionados, dicen algunos, por el triste futuro que se les avecina, mientras que en el presente tienen bien cubiertas todas sus necesidades. Sólo si no te gustan las condiciones que tienes en el presente, intentarás mejorarlas en un futuro próximo.
No hay nada que espabile más al hombre, que el hambre.
He dicho.


29 enero 2010

Carta para Kactus

Hola guapa! cuánto tiempo sin saber de Ti! Qué tal todo en el África? supongo que con mucho que hacer todavía, no? Han llegado guapos e interesantes misioneros a los que conquistar con tus encantos? Escríbenos pronto y cuéntanos qué es de tu vida.
Aquí, te diría que todo marcha como siempre pero, la verdad es que no.
Hemos disuelto el grupo por exceso de maridos, novios y algún que otro bebé en la pandilla; hemos cambiado los festivales por las actividades culturales (en mi caso me ha dado por visitar museos y catedrales, ya sea en Teruel, en Praga o en cualquier otra ciudad monumental); nos hemos dado al deporte de montaña, lo que nos ha aumentado la oxigenación del cerebro en un 75%, y nos ha cambiado la manera de ver el mundo que nos rodea; la edad media del cubitos ha bajado cinco años, dado a que ya no visitamos nuestro garito favorito con tanta asiduidad; nuestra bebida favorita sigue siendo el gin-tonic, aunque sólo tomamos una copa cada tres meses, debido a que las resacas nos duran más de dos días; En lugar de emplear la tarde de los sábados en elegir la vestimenta que llevaremos para salir por la noche, nos la pasamos en pijama cuidando las patas de gallo, sentadas en el sofá tomando tostadas de ajoaceite con jamón acompañado de una botella de buen vino tinto; algunas, incluso hemos dejado el tabaco (¡a donde vamos a ir a parar!). Ahora, eso sí, seguimos estando estupendas.
La pregunta es: Cuándo vuelves para poner orden y devolvernos a nuestra idiotez idiosincrasia?


26 enero 2010

Teruel Insiste.

El fin de semana pasado en un intento de huída hacia ninguna parte, cogí el coche y me planté en una tierra lejana, que en su tiempo debió de caracterizarse por contar entre su población con un buen número de maestros y de ahí su nombre, El Maestrazgo. O quizá no sea deba a eso. La cuestión es que, tras dos horas y media por carreteras con encanto, sorteando cervatillos y algún que otro cúmulo de nieve en el arcén, llegué a Molinos. Es un pueblecillo atravesado por el río Guadalopillo, el cual se puede contemplar a lo largo de un restaurado paseo, que termina en un puente, bajo el cual se precipita el río, en una caída de más de tres metros.


Molinos
Esta localidad cuenta con la Gruta de Cristal, llamada así porque los jóvenes llevan años reuniéndose allí para hacer botellón y está todo perdidico de vasos de cristal. O quizá deba su nombre a la inmensidad y a la transparencia de sus estalactitas y estalagmitas, que alfombran suelos y techos, desde los tiempos del Jurásico. Los dinosaurios no estaban porque se los llevó Spielberg a su parque.
En la sala de Paleontología del Museo de Molinos, se puede contemplar la mandíbula de un Homo Sapiens con muy poca higiene bucal, dicho sea de paso, y que es conocida como “El hombre de Molinos”, que resulta que es, el resto fósil de homínido más antiguo hallado en Aragón.

Y el pueblo en sí no tenía nada de nada, eh! Una preciosa iglesia abandonada de la mano del hombre, un par de bares llenos de taburetes vacíos y poco más.

Al día siguiente continué mi expedición por el Bajo Aragón y me acerqué a las localidades de Castellote, Ejulve, Aliaga, "El Pueblo donde nunca pasa nada", también llamado Miravete de la Sierra y por último, y como visita obligada, me acerqué a saludar a los Amantes. Que, entre nosotros, se han quedado arrugadicos como pasas. Pero tienen un chalet-mausoleo con muy buenas condiciones de temperatura y humedad, para que sigan conservándose igual (de arrugadicos). Es un reservado bonito, bonito, dentro de la iglesia de San Pedro, donde han estado ubicados siempre, a excepción de un par de ocasiones, que se marcharon de vacaciones a Benidorm. O a algún hospital especializado en pruebas de Carbono 14, no lo recuerdo bien.
Y aún me quedó tiempo de pasar a saludar, a mi antigua compañera de piso, por Calanda, el pueblo ese donde rompen tambores. O la hora, qué sé yo.


Ejulve.


De vuelta el Domingo para Huesqueta, comí con mi madre en Zaragoza y así completé la gira interprovincial, por nuestra comunidad autónoma. O dependiente del gobierno central, según como se mire.


Y hasta aquí, mi aventurilla como Oregonesa por el mundo.


04 enero 2010

Por fin ha llegado el 2010.

Una vez acabados los turrones y con ellos la festividad navideña, soy yo la que se va de vacaciones. Cómo no he tenido navidades blancas me voy a otro Estado más al norte, donde encontraré nieve y mucho más frío, que el que hemos tenido aquí en lo que llevamos de invierno.

En el destino elegido, la temperatura esperada se encuentra entre los -2 grados de máxima y -9 grados centígrados de mínima; la cerveza característica del país es la Pilsner; sus coordenadas son 50°06′03″N 14°15′36″E; y el Presidente de la nación es un tal Václav Klaus, o eso he leído.
Y a pesar de todo lo dicho, estoy loquita por llegar allí.

Ays! qué ganas de marchar. Os cuento a la vuelta.