07 julio 2009

PIR 2009.



Uff! Menos mal que, ayer lunes ya pasó y hoy es hoy, porque fue un día más que duro.


Tras un fin de semana intenso, ya hemos recuperado la salud, abandonado la resaca y dejado atrás la musiquilla pegadiza, que nos acompañó durante tres días, y nos hizo bailar hasta sentados.



EL anuncio dío sus frutos y al final lo conseguí, con el único esfuerzo de una llamada de teléfono y la perseverancia de la buena amistad. Encontré unas almas caritativas y festivaleras que me acompañaron (más bien les acompañé) al PIR.


Quedan todavía algunas agujetas que me recuerdan que mereció la pena ir y bailarlo todo.


La buena organización hace del PIR un festival intenso y popular.
Intenso por el espíritu de los asistentes, que año tras año se saludan como viejos conocidos. Unos son más viejos, otros son más jóvenes y algunos, sólo son niños, que como Samuel, con sólo nueve años de edad, era la quinta vez que asistía en compañía de sus padres al PIR;
Es popular, ya que la totalidad de su programación es completamente gratuita, lo que hace que sea accesible a todo tipo de público.





Todos volvimos con los oídos llenos de esa musiquilla cantarina y pegadiza del salterio y de las gaitas. Con la boca saciada del sabor del queso y la sidra. Con la piel morena de las horas al sol. Con los pies alegres y contagiados del buen ritmo del paloteau.


Este año fue Aragüés del Puerto, el que nos prestó su plaza Mayor y sus calles para poder disfrutar, intensamente, de este festival tradicional de música pirenáica.


El año que viene volveremos, ya sea Hecho, Ansó, Jasa o Aragüés, el lugar de la celebración.


2 comentarios:

Dina dijo...

Si la avanzadilla ha quedado contenta... tendremos que ir haciendo un hueco, en nuestra agenda, pal año que viene.

la maru dijo...

dina, yo te llevo el próximo año, pero no se lo digas a nadie más! Lo mejor es estar los justos.