¿Qué queréis que os cuente?
- por una lado, no tengo ni idea de fútbol así que no diría más que tonterías. Tal es así, que a mí esto de la Eurocopa siempre me provoca pensar en “un euro=una copa”, (luego ya me enteré que no tenía nada que ver con ninguna promoción alcohólica)
- por otro lado, me dormí gracias a la Eurocopa a las dos de la mañana (a pesar de que me acosté a las once de la noche) debido a unos exaltados que circulaban tocando el claxon, como si fueran los reyes del asfalto por una noche,
- y para rematar, había un niño enloquecido en la terraza de enfrente de mi habitación tocando un tambor y gritando Viva España, como si fuera la reencarnación de un miembro de la falange endemoniado.
Así que la euro-copa me ha provocado diversas cosas:
- Por la tarde, antes del comienzo del partido, tenía un sentimiento agradable al ver por una vez a todo el mundo unido apoyando a un único equipo. ( Sin contar a los Alemanes, claro está)
- Después, mientras todo el mundo festejaba algo que yo no alcanzaría a entender aunque ganaran dicho premio todos los años, me entró una tremenda mala leche porque debido a los acontecimientos no me podía dormir.
- Y hoy por la mañana, mientras la gente tenía cara de resaca y dibujaban una sonrisilla en los labios, yo tenía más sueño que ninguno y un poco de dolor de cabeza debido al tambor del hijo de…mis vecinos.
Así que de fútbol, nada de nada.
Podría hablaros del fin de semana pero tampoco hay nada destacable que contar y si lo hubiera habido, no os lo contaría, ya que una señorita debe mantener la confidencialidad de sus andanzas.
El verano sería un gran tema, si no fuera porque es lunes, hace demasiado calor y ya se han acabado parte de mis vacaciones.
La subida del petróleo y la crisis no los considero temas de exposición sino una putada. (He dicho yo eso?)
De la propuesta de la consulta popular del pueblo vasco me niego a hablar.
Así que definitivamente no os voy a hablar de nada.
Otro día será.