21 marzo 2007

Banda sonora ¿original?

Hay canciones que por alguna razón nos marcan para siempre, que cuando las escuchas 10 años después hacen que te sientas exactamente igual que en algún momento en que la escuchaste y quedó grabada en tu memoria para siempre. Hay momentos espectaculares de películas que no valdrían nada si no fuera por la BSO, al igual, hay momentos de mi vida que no serían lo mismo y no habrían quedado grabados en mi memoria con la misma intensidad si no fuera por la propia BSO que yo le he ido incluyendo.

No puedo escuchar Extremoduro, Reincidentes, Kortatu,… sin que el estómago me de una vuelta y me acuerde de las interminables horas que llegué a pasar en el Komi en mi adolescencia, ni puedo escuchar Libertad de Labordeta sin recordar el concierto de Canfranc del 96. Balas Blancas de Barricada va siempre unida a aquellos sábados de esquí con Peña Guara, Maria del Monte al Chupitos, Chambao a un verano en un camping de La Escala y un disco llamado New Woman a mi vida en UK. Dust in the winds de Kansas (canción que os recomiendo encarecidamente) me lleva directamente a las noches en vela estudiando para la Universidad mientras escuchaba la Gramola y Manolo García a las puertas del entonces Maiser y ahora Biblioteca. Miss American Pie me vuelve a subir a Jasa y a aquel divertidísimo campo de trabajo. Más cercanamente, Silencio de ODB me hará siempre volver al Viña y cualquier otra canción de Techarí al viaje de vuelta hacia MDR. No puedo olvidarme de estar echando una caña en Tacheles en Berlín cada vez que escucho Ná en la nevera. Y aunque no me trae un recuerdo especial la canción de Ella de Bebe hace que sonría aunque sea un mal momento, y si quiero recordar los buenos días de mi infancia sólo tengo que recordar una nana que mi padre me cantaba (con guitarra incluída) todas las noches hasta que tuve bastante edad.

Pero no sólo son momentos, hay personas que van inexorablemente unidas a algunas canciones en mi mente y no puedo, ni quiero, evitar acordarme de ellas cuando por casualidad las escucho en un bar, en la radio,... Barco a Venus (entre otras muchas canciones) me hace echar una lagrimita y añorar a mi Kaktus, Como hablar de Amaral me hace recordar a una persona que pasó por mi vida, Aire de José Mercé me teletransporta a una noche helada de Pirienos Sur echando unas cervecitas con mis paes. Nunca podré quitar la asociación de Nada fue un error con nuestra única amiga casada (para bien o para mal), escucho Chiquilla! y en lo primero que pienso es en la Chesterfield y cierta persona que se lo cantaba y que decir de Kiwi y melón (maru sin ti este año no hubiera sido ni de cerca lo mismo).

Esta es sólo parte de la BSO de mi propia vida, estoy segura que si rebuscara entre mis cds y cintas (que aún guardo) recordaría miles de momentos y de personas más asociadas a canciones. La verdad, no llego a comprender el mundo sin música.

Por cierto,...

Haaaasta mañana, mañana, mañana, volveremos mañana, mañana, cantaremos mañana, mañana,….


La foto es de la Lauren en el nuevo recinto pero me ha sido imposible encontrar fotos del antiguo.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué guay, chiquilla! Para mí también es inevitable oir ODB y no acordarme de tí. Y así un sin fin de canciones. Ya ves, muchos animales se guían por los olores para nosotras son las canciones.