06 noviembre 2006

Mi vida en un armario

Ayer me desperté en un armario

No era amplio pero tampoco estrecho, se estaba calentito y dejaba ver algo de luz. La ropa hacía que la tosquedad de la madera fuera más confortable y cortaba los espantosos ruidos del exterior.

Intenté imaginar como sería vivir siempre en un armario, como nuestro cuerpo se encorvaría hasta que nos sintiéramos cómodos en una altura que no nos hiciera rozar y ensuciar la ropa. No me pareció tan mal, aunque he de decir que elegí un armario empotrado, uno de aquellos que había en las casas de nuestros abuelos, en los que cabía de todo, desde las mantas necesarias para que todo el pueblo pudiera pasar un invierno hasta todo tipo de juguetes que los nietos se iban dejando.

Sí, mi armario era amplio y tenía ese olor a naftalina que todos los armarios de casa de nuestros abuelos solían tener. Estaba empapelado con pequeñas flores rosas y marrones y tenía un jersey de lana, tenía una bata y una toalla con ganchillo en los bordes. Tenía una caja con fotos viejas y con estampas de santos y saquitos de lavanda colgados de la barra junto a perchas de alambres y perchas de madera.

Sus cajones estaban llenos de ropa vieja de invierno, de mantas y ropa de cama junto a pequeñas piedras acumuladas a lo largo de los años cada una con su significado particular.

Me gusta mi armario, me gusta el calor y el silencio de mi armario, me gusta mi vida en el armario.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

CHUSPI dice!!!
Lo sinto pero si habia naftalina o bolas de ancanfor una servidora aguanta en el armario 10 minutos, para luego fenecer intoxicada por el hedor de dichas bolas en cuestión.
A cambio te ofrezco vivir en una gran maleta de 1 x 1 con olor a jamon serrano!!!
Un beso wapisimas

burbu dijo...

Guapa del otro lado del atlántico!!!

Como va todo? ya he leido en tu mail que estupén y que ya estás por ahí de fiestuqui. Niña tu no respetas ni el jet lag, eh?
Aprovecha el jamón que no lo vas a ver en un buen tiempo.

te echamos de menos!!!!

Anónimo dijo...

Parece muy confortable tu armario, sólo falta una cosa: sustituir las bolsas de naftarina por nosotras, cambiar los calcetines por frías cervecitas y los muñecos... no, mejor deja los muñecos.

burbu dijo...

Un tema...
a mi el olor a naftalina (o como se escriba) me mola. No se me parece una droga legal pero efectiva.
Lo de las cervezas no se me había ocurrido pero ¡buena idea cari!
Sobre lo de vosotras ni que decir tiene que evidentemente estáis invitadas.
Y sobre los muñecos, quién había hablado de muñecos? En que tipo de muñecos estás pensando tú? (que nos conocemos)