RECORDANDO OTROS TIEMPOS IV
Siento torturaros así, pero como veo que mis compañeras del blog me han abandonado, o peor aún, nos ignoran o están en Of., volveré a la carga con otra de las aventuretas, que recuerdo o me contaron, de una vida lejana.
(Esta, concretamente, me la contaron mis padres, ya que era muy bajita por aquel entonces y los recuerdos desaparecieron a mitad de camino entre los pies y la cabeza).
La primera vez que asistí a una fiesta fue en la celebración de mi primer cumpleaños. Se celebraba en el salón de mi casa, lo cual era muy cómodo ya que nosotros siempre solíamos estar allí, aunque en aquella ocasión, hubo que desalojar el mobiliario para recolocar a los invitados.
Yo en realidad no invité a nadie, fue mi madre la encargada de reunir a muchos miembros de mi familia, con el fin de formar una coral, para que me cantaran a capela el cumpleaños feliz.
Cuando desperté de la siesta ya estaban todos allí sentados, tomando café, pastas, anís, olivas y cacahuetes. Al verme en los brazos de mi madre todos corrieron a saludarme; besos, abrazos, pellizcos en las mejillas,… Yo que todavía andaba adormecida me costó un poco poner buena cara ante tan efusivo recibimiento, pero pasó pronto y todos volvieron a su charla dejándome tranquila.
Por si fuera poco tener que soportar las cosquillas que me hacían mis primos, ayudarles a recortar la cortina de topos que tenía mi madre en la salita, compartir mis tijeras y mis juguetes con ellos, enseñarles a saltar por encima de la cama de mis padres, lavarnos los unos a los otros en el bidet dejando el baño como un bebedero de patos, tuve que sentarme a la mesa con todos los adultos durante buena parte de la tarde.
El momento más tenso se vivió cuando alguien apagó las luces de la lamparita del salón y mi madre apareció con una tarta incendiada. Menudo susto; por suerte, sólo era una la vela que sobresalía por encima del chocolate, porque todos insistieron en que la apagara yo. Así que hice lo que pude. Cogí un vaso de agua que estaba a mi alcance y lo tiré sobre la tarta. Y se apagó, claro. Pero los comensales se quedaron algo decepcionados a pesar de que ya no había fuego en la mesa. Los adultos son así.
Luego me explicaron que el objetivo consistía en coger aire con la boca y soplar la vela a la vez que se pide un deseo. -Por el amor de Dios, sólo tenía un año, ¿cómo pretendían que soplara la vela y extinguiera el incendio, a la vez que pensaba el único deseo que se me iba a conceder ese año? (Por cierto, le pides un deseo, ¿a quién?).
Así que ni tarta ni deseo. Lo que se dice, un asquito de cumpleaños.
Para colmo, en lo que se refiere a los miembros de mi familia, siempre sabes cuando van a venir pero nunca a que hora se van a ir, así que la reunión se prolongó hasta bien entrada la noche. Y yo, agotada por las correrías con mis primos, me deslicé debajo de la mesa, que siempre fue mi sitio preferido, y eché una siestecita, de la cual me desperté al día siguiente, con el dedo índice todavía estirado y apuntando al cielo, lo que me recordó que había sobrevivido a mi primer cumpleaños.
10 comentarios:
Pobre... tu que naciste para ser bombero y posiblmente por aquel incidente te cambiaron el destino para siempre. Si es que!!!
Besitos Maru.
Bombero, yo? pobre de la humanidad si tengo que hacer frente a algo así... Besitos para tí también JavierCid.
Tu siempre mirando por los demás... si es que ya se sabe que el chocolate se instala directamente en las cartucheras... así que decidiste, tu solita, evitarles ese disgustazo a tus invitado, asins se hace
Jajaja, ¿pero es verídico? ¿hiciste eso?
Qué bueno.
La vida viene sin manual de instrucciones, pero tú tomaste una decisión acertada. Pero recuerda, para próximas celebraciones, el agua apaga el fuego, el gintonic lo enciende.
Dina: Con la niña tan buena que era yo cómo iba a hacer tal cosa adrede! Fue sin querer, seguro. jajaja
HombreRevenido, tengo dudas de si fue así o no, pero es lo que me contaron e incluso puede que haya fotos. Mejor no indagar más sobre el asunto. JA, JA, JA. Gracias por el consejo para futuros cumples.
Maru llego a estar yo en ese cumpleaños y con lo goloso que soy me dejas sin tarta y te garantizo que no cumples los 2 años..... (ya sabeis a mi se me conquista con dulces y bolleria)
Que bonito tu primer cumpleaños y que agusto lo disfrutan los demas por que lo que es el homenaeado no se entera de nada o como bien dices no tiene ganas para eso.
somos vagas lo se; somos malas, también lo se. Cari, aprovecha el momento y lúcete que lo estás haciendo estupén
Carburo, ya hablaré con mi madre a ver por qué a tí no te invitó.
Karlos, los primeros cumpleaños son para que los celebren los padres que se lo merecen después de tanto pañal y biberon, no crees?
Burbu, gracias por el apoyo psicológico pero no necesito que me animes niña, lo que necesito es que escribáis algo...
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