ALQUEZAR-ASQUE-ALQUEZAR. Vamos de excursión!

Domingo tonto, 9 de la mañana.
Un sol tímido se cuela en mi habitación, lo que me anima a levantarme con unas ganas tremendas de salir al monte.
Desayuno a conciencia, recojo el equipo, y a las diez y cuarto, estamos en marcha. Rumbo al Somontano. Tras pasar un rato charlando con la amable señorita de la oficina de información y turismo de Alquezar, nos aventuramos en la senda rumbo a Asque.

VILLACANTAL

La buena conversación, la sencillez del recorrido y la multitud de alicientes que presenta, con una continua sucesión de badinas y saltos de agua color verde esmeralda, lo convierten en uno de los senderos más populares de la Sierra. Es accesible para cualquier persona, aunque sus 8 kilómetros de longitud y 5 horas de trayecto requieren de una mínima condición física.Llevamos únicamente calzado y ropa adecuada, además del imprescindible bocata, las olivas, unos frutos secos, agua y vino. Porque siempre he dicho que, como en casa en ningún sitio, pero si puedes estar comiendo en un paraje maravilloso, en buena compañía y brindando con un poco de vino, tampoco hay que renunciar a ello, no os parece.

Tras la parada forzosa para comer, pasamos sobre el puente románico de Villacantal, disfrutamos del salto de agua de Alquezar y el molino, abandonado en la actualidad.

CUEVA PICAMARTILLO

Regresamos al pueblo por el tramo de las pasarelas aéreas sobre el Vero, -no aptas para bebés, yayos y "miedicas" a las alturas- donde nos adentramos en el cañon del río Vero, a través de las inmensas paredes de roca que lo forman.

Un paseo encantador para un día donde hasta el tiempo acompañó, con una temperatura casi primaveral contando que estamos en Enero.