05 diciembre 2008

Reflexiones sin cabeza.


Que pensaba yo... ya me gustaría a mí, ir por ahí sin cabeza. A lo loco. Dejarla descansando sobre una almohada o reposada sobre el televisor. Que la espalda pudiera liberarse de su peso. Dejar al cuerpo que vaya relajado, descansado. Donde quiera. Sentir la ausencia de carga sobre los hombros. Salir de casa sin peinarte. Pasear sin tener que ver nada ni a nadie. Que los pies conduzcan. Que los ojos descansen. Que los brazos cuelguen. Que la boca no hable. Que el cuerpo se mueva mientras la cabeza duerme.

Una pena. No ser desmontable es una verdadera pena.


8 comentarios:

Dina dijo...

Joer... tu lo que necesitas es un gintonic... no lo dudes

burbu dijo...

Cari, pásate al pilates

la maru dijo...

Dina, los gintonic no me liberan stop Prueba empírica negativa stop Estómago destrozado stop. Pero mereció la pena salir con la cabeza para ver a la gente. jajajaja
Burbu, pilates, acupuntura, magia negra, curanderos,...lo que sea. La semana que viene me pongo manos a la obra.

HombreRevenido dijo...

Muy interesante esa reflexión, Maru.
Pero ya, rizando el rizo, ¿te imaginas que las cabezas no sólo fueran desmontables sino intercambiables?

Sería un caos. Divertido, pero caos a fin de cuentas.

la maru dijo...

hombrerevenido, pienso lo mismo. Aunque sería interesante poder pensar y actuar con la cabeza de otro, sería un caos. Me recuerda a la peli "Como ser John Malkovich".

Pequeña Silvi dijo...

Estaría guay quedarnos con lo mejor de cada uno....

Todavía no tas bien, jamía??

la maru dijo...

Pequeñasilvi, quedarnos con lo mejor sería imposible, si cambiaramos de cabeza todo lo visto y oído desaparecería al ponernos la nuestra, no? jaja
Que si estoy mal? bueno estoy como antes, ni mejoro ni empeoro. Están investigando todavía la sintomatología. Vamos que no me dicen nada, ni me han arreglado todavía.

Dani dijo...

Estaría bien, pero nos daríamos unas leches de tres pares de cojones.
Supongo que sería sólo hasta que nos acostumbrasemos.
Lo mejor seria cuando te encontrases con alguien y para saber quien es tuvieras que usar el método Braille (el de los ciegos) ya sabes a tacto. Nos íbamos a poner morados.