Cuanto más pienso en él, menos lo entiendo.
Oh, el amor!
Podríamos estar hablando una infinidad de horas y nunca daríamos con la definición concreta.
Quién será esa persona y porqué ella y no otra, es un gran interrogante.
Cuando miras objetivamente a la persona que te atrae ¿qué ves? El envoltorio;
Por ejemplo: hombre atractivo, de unos 30-35 años, rubio, pelo corto, uno ochenta de estatura, vaqueros y suéter.
Si le conoces, desde hace algún tiempo, puedes incluso observar sus cualidades. (Simpático y divertido, inteligente y seductor, cortés y educado)
Si por un casual, has llegado a tener contacto físico con esa persona, pensarás que es suave, de caricias lentas, delicado y entregado.
(Me habéis pillado, esa persona está impresa en una revista y anuncia colonia de hombre. El resto es todo un producto de mi imaginación.)
A lo que iba, cuántas veces observas a la persona que te atrae, como si llevara un imán en la mirada, y te preguntas ¿porqué me gusta esta persona? ¿Qué es lo que la hace tan especial? No es ni tan guapo ni tan interesante… pero entonces, ¿Por qué siento ese hormigueo y balbuceo cuando intento hablarle?
(Bueno, estos síntomas son evidentes si el reloj marca las 6.00 a.m. y estás de copas en cualquier antro). Pero si no es así…
Piensas, son sus gestos, la forma de caminar, de moverse, su desenvoltura con la gente, su carisma, su sonrisa…
Nada de eso. Sólo es una forma de justificarnos a nosotros mismos que elegimos bajo un critero racional a nuestros amantes, cuando el amor siempre es irracional.
Eso es así, me temo. Es pura química. (Y no me refiero al volumen de alcohol en sangre, ni a la cantidad de estupefacientes que volteen tu cerebro, en un momento dado de la noche, porque esas causas químicas, ya se sobreentiende que influyen en el deseo y la atracción sexual. Aunque esta química sólo dura hasta la mañana del día siguiente.)
El cóctel casi perfecto sería algo así:
Unas gotas de feromonas atrayentes, un chorrito de feniletinalamina, que es una sustancia del cerebro que regula el deseo sexual; una rodaja de dopamina, que libera la hormona conocida como oxitocina y que, se expide por ambos sexos en el primera atracción y alcanza su máximo nivel durante el orgasmo; y unas cuantas mariposas de Norepinefrina que ayuda a liberar la adrenalina, lo que provoca que nos exaltemos, nos suden las manos o sintamos nervios cuando dicha persona está presente.
Sírvase en caliente.
P.d. no es perfecto porque si lo fuera lo venderían en farmacias, ¿no creéis?.