LA BOTICA DE LAS CHICAS (IX)
"Hay una serie de estrategias que nos pueden ayudar a volver a nuestro centro cuando una serie de emociones nos han alterado profundamente... ...Si la emoción que sentimos es ira, necesitamos imaginar que empezamos a respirar un aire de color verde que recorre nuestro cuerpo hasta llegar a la zona situada debajo del hemitórax derecho, que es donde se encuentra el hígado. Imaginemos que toda la zona se colorea en ese tono, y luego al espirar pensemos que el aire que expulsamos de color violeta. Si lo que sentimos es miedo, entonces el aire ha de ser de color azul y hemos de dirigirlo a ambos riñones. Si lo que sentimos es desesperanza, el aire ha de tener una tonalidad rosada y debe dirigirse hacia el centro del pecho, donde se localiza el corazón. Si lo que sentimos es una intensa preocupación, el aire ha de ser de color amarillo y debe dirigirse a la parte central y alta del abdomen, que es donde se encuentra el estómago. Los colores son procesados fundamentalmente por el hemisferio derecho del cerebro, que es la puerta al inconsciente. Éste está tremendamente conectado con el mundo de las emociones y además es clave en el control del sistema nervioso vegetativo, que es el que gestiona nuestras vísceras. La representación del cuerpo también se encuentra principalmente en el hemisferio derecho. Las emociones son esencialmente procesos corporales en los que están participando nuestras vísceras y nuestros músculos. Ciertos colores tienen un curioso efecto porque de alguna manera, pueden desactivar el sistema de alarma del cuerpo, relajar nuestras vísceras y destensar nuestros músculos, con lo cual toda nuestra emocionalidad se modifica"
Esto que habéis leído hasta aquí, aunque me gustaría, no es de mi producción sino de la de Mario Alonso Puig, en su recién estrenado libro "Vivir es un asunto urgente". A pesar, o quizás por, ser psicóloga no suelen gustarme los libros de autoayuda, más bien suelen parecerme un tostón imposible de leer que no te aportan mucho más allá de sentido común. Pero cuando me enteré de la presentación de este libro corrí rauda a comprarlo (bueno, mandé a duende que lo hiciera por mi, que el tenía el día libre).
Para que podáis entender algo más sobre el libro, el escritor es cirujano y conferenciante (no de temas médicos sino de liderazgo, comunicación, gestión del estrés y esos temas que nos gustan a los de recursos humanos) y sus charlas son una curiosa mezcla entre sus dos profesiones.
Tuve la suerte de tenerle como profesor y sus clases eran continuamente sorprendentes. No habla de nada que no sea de sentido común, pero lo basa en algo más allá, en la medicina y en la neurociencia. Y además lo hace para que hasta un niño de primaria sea capaz de enterarse.
Por eso quería recomendaros su lectura, a mi, me ha encantado y espero que a vosotros también.
6 comentarios:
Eso de dirigir el aire hacia algún punto determinados... bueno, difícil pero quizás se puede conseguir (ya nos estamos poniendo al día en anatomía) peeeeeeeeeeeeero... respirar colores... mira que tengo imaginación... pero me siento incapaz de respirar aire de colores.
que no, que no, la cuestión es concentrarse y echarle algo de imaginación. Ya verás como sale.
URGUENTE:
Por favor sigue leyéndo y díme cuál es el color del aire que debo respirar para el dolor neurálgico.
GRACIAS. jajajaja
Lo leeré. Tengo tiempo. Estoy jubilada y esto parece que va pa-largo.
Para el dolor neurálgico el mejor es el oxido nitroso. El color es lo de menos, un chute de esos ya ya está. Que donde encontrarlo? En la wikipedia pone que: "El óxido de nitrógeno (N2O) se genera convenientemente por la termólisis controlada del nitrato amónico o por reacción de amoníaco con ácido nítrico" seguro que tú lo cosigues.
Burbu, no lo dudes, cojo la fórmula y se la paso a mi compi de piso, "la Química", y que me traiga del laboratorio la fórmula magistral. jajaja
A mi me pasa como a dina... No se como respirar colores sin pensar en la ayuda de ciertas drogas ilegales... Y como que ya no tengo edad de empezar a drogarme.
Pero como idea, está bien. Prometo intentarlo, al menos.
Besotes desde mi nada.
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