EL NOTICION

Por fin he recibido esa llamada.
Cuando uno espera que le comuniquen una noticia pasa un tiempo viviendo en la incertidumbre.
"Qué habrá pasado? Si fuera grave me hubieran avisado pero, ¿y si es tan grave como para que no se atrevan? Algo así como “nos ha tocado el euro millón y estas navidades nos mudamos a Bali y tú no vienes”. O tal vez, “me he quedado embarazada de Brad Pit pero pensamos tenerlo en el Tibet y tú no vienes”. O "perdona bonita pero Lucas me quería a mí". O "Los Reyes son los padres" (de ésto sí que me enteré ayer pero no puedo revelar mis fuentes. Gracias GL)
Qué sé yo, algo realmente grave, ya me entendéis.
Una vez leí un libro de autoayuda, (cuesta creerlo pero ha habido temporadas en las que he estado todavía más desequilibrada de lo que me hallo actualmente) y planteaba la siguiente pregunta: Cuántas veces, de las que has salido corriendo para descolgar el teléfono que suena insistentemente, ha sido una llamada importante. No como las situaciones descritas anteriormente sino una llamada que te haga ponerte en guardia y afrontar una situación de grave emergencia. Una o dos veces en toda tu vida era el resultado de la encuesta, más que sospechosa, que había realizado el autor del libro. Y probablemente tenía razón.
Así que valorando todas las posibilidades, me fui a casa a comer bien tranquila y cuando ya ni siquiera recordaba el momento estresante vivido a través de los comentarios, recibí la llamada.
Efectivamente no era una emergencia. No me quedé muerta cuando me dieron la noticia. No me afecta, ni a mí ni a los míos. No tuve que salir corriendo para salvaguardar nada ni a nadie. Vamos que… noticia, lo que se dice noticia, pues tampoco era.