Piedras conta tanques
Casi me he acostumbrado al cláxon de los histéricos de los coches que son incapaces de coger un bus y a las ambulancias que pasan continuamente por debajo de mi curro. Pero estas dos últimas semanas casi ni me he enterado. ¿Por qué? Porque el ejército españolha tenido a bien deleitarme con el espantoso coñazo que es el tener aviones continuamente ensayando para el dichoso desfile de las fuerzas armadas.
Ayer llegué tarde a currar y tardé bastante más de la cuenta en regresar a casa. ¿Porqué? Porque mi recorrido habitual incluye Colón. Sí donde hoy sus majestades y blablablá han podido observar, otro año más, el dichoso desfile de las fuerzas armadas.
Esta mañana he tenido que ver bastante más militares, tanques, camiones y veinte mil tipos de vehículos más de los que no tengo ningún tipo de intención de aprenderme los nombres, de los que mi cerebro es capaz de asimilar.
También he tenido que cruzarme con mareas de gente que iban a ver el dichoso desfile de las fuerzas armadas y que no han hecho más que empujarme y hacerme tardar más de la cuenta (evidentemente, yo iba en dirección contraria y eso que tenía la “suerte” de poderlo haber visto casi desde mi balcón, si hubiera estado en casa, claro)
Y sobre todo he tenido que ver demasiados niños extasiados porque iban a ver tanques y en general, el desfile. He visto uno que hasta se ha flipao con una bandera. A ver niño, que es una bandera no un Lunnie, vale??. ¿Porqué a los padres les parece fantástico que sus angelitos quieran ver tanques pero en el momento que un compañero de clase le da una colleja se lanzan a poner el grito en el cielo, por no decir el expediente en el juzgado?
En fin, he decidido que para contrarrestar la visión de esta alienación de la sociedad española me voy a pasar la tarde en el Reina que hace mucho tiempo que lo llevo diciendo.
Ayer llegué tarde a currar y tardé bastante más de la cuenta en regresar a casa. ¿Porqué? Porque mi recorrido habitual incluye Colón. Sí donde hoy sus majestades y blablablá han podido observar, otro año más, el dichoso desfile de las fuerzas armadas.
Esta mañana he tenido que ver bastante más militares, tanques, camiones y veinte mil tipos de vehículos más de los que no tengo ningún tipo de intención de aprenderme los nombres, de los que mi cerebro es capaz de asimilar.
También he tenido que cruzarme con mareas de gente que iban a ver el dichoso desfile de las fuerzas armadas y que no han hecho más que empujarme y hacerme tardar más de la cuenta (evidentemente, yo iba en dirección contraria y eso que tenía la “suerte” de poderlo haber visto casi desde mi balcón, si hubiera estado en casa, claro)
Y sobre todo he tenido que ver demasiados niños extasiados porque iban a ver tanques y en general, el desfile. He visto uno que hasta se ha flipao con una bandera. A ver niño, que es una bandera no un Lunnie, vale??. ¿Porqué a los padres les parece fantástico que sus angelitos quieran ver tanques pero en el momento que un compañero de clase le da una colleja se lanzan a poner el grito en el cielo, por no decir el expediente en el juzgado?
En fin, he decidido que para contrarrestar la visión de esta alienación de la sociedad española me voy a pasar la tarde en el Reina que hace mucho tiempo que lo llevo diciendo.
GASTOS MILITARES PÁ SERVICIOS SOCIALES!!
GASTOS MILITARES PÁ RESUCITAR A CAMARÓN!!!!
1 comentario:
Burbu siento to lo tuyo. Menudo coñazo, no! Porqué tenemos que aguantar los dichosos desfiles?. No sé si te enteraste pero en Huesca hubo uno, en honor a la patrona de los de alta montaña, en pleno Ramón y Cajal, un día de doce a dos de la tarde hora aproximada y también montaron la de dios.
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